El acogimiento familiar permite una reducción del 30% de los menores de
siete años ingresados en centros
El programa de
acogimiento familiar de la Junta de Andalucía
ha permitido reducir un 30% en los dos últimos años la cifra de menores de
siete ingresados en centros de protección, según la consejera de Salud y
Bienestar Social, María Jesús Montero, que ha realizado un balance de esta
medida de atención a la infancia impulsada por la Administración autonómica.
Así, mientras que a junio de 2010 había 249 de estos menores
ingresados en centros, en el mismo mes de este año se contabilizan 174, una
evolución que la consejera ha valorado por los beneficios que puede reportar a
los menores su desarrollo en un entorno familiar. La consejera ha estado
acompañada por la directora general de Personas Mayores, Infancia y Familias,
María José Rico.
En total, en Andalucía hay 3.824 menores del Sistema de
Protección que disfrutan de acogimiento familiar, de los cuales 2.528 se
encuentran con un familiar suyo (abuelos y tíos, fundamentalmente). Esta medida
se consolida así como la fórmula de protección mayoritaria en Andalucía, ya que
se beneficia de ella el 60% de los 6.141 menores que tienen una medida de
protección en la comunidad autónoma.
No obstante, en los centros de protección de Andalucía
existen actualmente en torno a 1.500 niños susceptibles de beneficiarse de un
acogimiento familiar frente a la institucionalización.
El descenso de los ingresos de los más pequeños en los
centros ha sido posible, fundamentalmente, gracias al progresivo aumento de los
acogimientos de urgencia, una modalidad destinada exclusivamente a los menores
de siete años. En el primer semestre de 2012, un total de 108 menores de siete
años fueron acogidos por familias de urgencia en la comunidad, mientras que en
todo 2011 fueron 170, lo que ya supuso un aumento del 28% con respecto a 2010.
Dentro de los colectivos de menores que pueden beneficiarse
del acogimiento familiar destacan aquellos con unas necesidades especiales que
hacen más dificultoso su acogimiento. Se trata de niños que se encuentren en
alguna de las siguientes condiciones: superar los siete años, tener una
discapacidad física, intelectual o sensorial, padecer una enfermedad crónica,
ser portadores del VIH o formar parte de un grupo de hermanos y, por tanto,
tener que ser acogidos conjuntamente.
En los centros de protección de Andalucía hay 238 menores
con necesidades especiales pendientes de poder beneficiarse de una medida de integración
familiar. En la mayoría de los casos -57%- se trata de niños que superan los
siete años de edad, y de grupos de hermanos -18%-. Son las provincias de
Huelva, Málaga y Sevilla donde se concentra el mayor número de estos menores
con necesidades de especiales.
Información telefónica
La Consejería de Salud y Bienestar Social dispone de una
línea telefónica (902 102 227), en la que un equipo de profesionales
proporciona a las personas interesadas toda la información que necesiten sobre
el programa de acogimiento y el modo de colaborar con esta medida de protección
de la infancia.
Además, la Junta mantiene convenios con 11 Instituciones
Colaboradoras de Integración Familiar para el Acogimiento, unas entidades que
cuentan con equipos de profesionales en el campo de la psicología, el trabajo
social y el derecho para proporcionar la atención más apropiada que requieren
las familias de acogida y los menores acogidos.
Las familias interesadas deben pasar una declaración de
idoneidad para realizar el acogimiento, un estudio de carácter gratuito que
elaboran equipos de profesionales de las instituciones colaboradoras, a través
de sesiones informativas y formativas, y entrevistas psicosociales.
Posteriormente, una vez iniciado el proceso de acogimiento, al igual que ocurre
con la adopción, un equipo de profesionales se encarga también de hacer un
seguimiento de la situación del menor y de dar apoyo a la familia.
El acogimiento familiar es la convivencia e integración de
un niño o una niña en una familia, cuando deben ser separados de sus padres o
tutores. Así se evita su estancia en centros de protección, les permite
desarrollarse en una familia y mantener su vinculación con sus padres y
hermanos. El acogimiento familiar es incompatible con el acogimiento
preadoptivo o la adopción, que conllevan la ruptura de vínculos del menor con
su familia biológica.
Existen distintas modalidades de acogimiento: simple, cuando
se prevé una reinserción a corto plazo del menor con la familia biológica, y
tiene un plazo máximo de dos años, y permanente, cuando la situación de la
familia biológica aconseja una integración más duradera con otra familia y que
puede llegar hasta la mayoría de edad del menor.
El cambio de las necesidades de los menores atendidos en el
Sistema de Protección ha originado igualmente un cambio en el modelo de
intervención y de trabajo, de tal forma que el centro ya no resulta una mera
alternativa a la familia hasta que los niños alcanzan la mayoría de edad, sino
que debe ser un recurso especializado que la complementa.
La Consejería de Salud y Bienestar Social está trabajando en
un nuevo modelo de intervención y de mecanismos de coordinación con el resto
del sistema de atención, de los agentes sociales implicados y de las familias
para lograr una mejor atención de los menores. Con ese objetivo, va a poner
también en funcionamiento un nuevo programa de atención residencial de
orientación e inserción social y laboral para jóvenes tutelados, que tienen
entre 16 y 18 años y que, por tanto, están próximos a alcanzar la mayoría de
edad y a dejar los centros.
Se trata de facilitarles el paso desde la adolescencia hasta
la independencia de la vida adulta a través de actuaciones específicas que, con
una especial intensidad, desarrollen su autonomía personal y fomenten su
integración social y laboral.
Vía ivecinos.es