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lunes

Aldaima busca padres de urgencia para acoger niños en Granada

Una de las características de este nuevo tipo de acogimiento es que se asegura una remuneración a la familia: 700 euros
Cuando un niño necesita ser alejado de su familia biológica por motivos que ponen en riesgo su situación familiar, la mejor solución es un hogar estable en el que el menor pueda recibir el cariño y la atención que necesita. Eso dicen los expertos y con este objetivo en el horizonte trabaja Aldaima, Asociación Andaluza de Apoyo a la Infancia .
María del Carmen Jódar es una de las madres que participan en el programa de acogida familiar de urgencia desarrollado por la Asociación. «Comenzamos con el acogimiento permanente, íbamos a recibir a una niña pero no cuajó. Luego pasamos al programa simple y tuvimos a dos chicas. Cuando se puso en marcha el de urgencia -en 2008- nos gustó la idea de cuidar al niño antes de que fuera a un centro de acogida y la experiencia fue tan buena que seguimos participando en él», cuenta. Mª Carmen y su familia conocen Aldaima prácticamente desde que nació hace ya casi doce años y desde entonces colaboran con ella.
Por su casa han pasado en este tiempo once niños, la cuna ya no se desarma y es que cuando uno tiene una vocación lo deja todo para intentar conseguirla y ser feliz. O por lo menos eso es lo que hizo Mª Carmen. Tras una excedencia en su trabajo decidió dejarlo y dedicarse a la acogida. «La decisión fue difícil porque renuncias a un sueldo, es un sacrificio porque tienes que abandonar muchas cosas, pero es tremendamente gratificante»: Además, ella contó con un apoyo fundamental, el de su familia. «Todos estamos a una, las niñas nos ayudan en todo y así conseguimos que funcione».
El programa ofrece a los niños la posibilidad de ser arropados mientras se estudia la situación de sus padres. Les aporta tiempo en un hogar estable que cure sus carencias afectivas, que les proporcione tranquilidad aunque sólo sean unos meses. Y eso es muy beneficioso para ellos y para su futuro, porque aprenden a querer, a compartir y a vivir de manera saludable. Y también lo es para aquellos que los reciben en sus casas. Familias como las de Mª Carmen que afirman que estos niños te 'arrancan' un pedacito de tu corazón.
Aún así hay ocasiones en las que se pasan momentos complicados. La salud o la adaptación de los niños puede dificultar la convivencia, pero este es un período que hay que pasar y cuando ello ocurre se lleva «muy bien». «Cuando los niños ven cariño se enganchan, porque eso es lo que necesitan, cariño y atención», explica Mª Carmen para quien la experiencia le deja con un buen sabor de boca.
Lo más duro viene cuando llega el momento de la despedida. Tras seis meses de convivencia el menor volverá con su familia biológica o pasará a otro programa de acogida o adopción. «Despedirse cuesta trabajo, son una parte de ti y aunque se marchen lejos nunca se olvidan», confiesa Mª Carmen que sigue manteniendo contacto con todos los niños que ha recibido en su casa en estos dos años. «Uno está en Alemania y hablo con él a menudo, ya casi ni le entiendo, se ha adaptado muy bien a su nueva vida».
Se buscan familias
El programa de acogida familiar de urgencia, que se puso en marcha en abril de 2008 en colaboración con la Dirección General de Infancia y Familias de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía y en la que la Integración Familiar de Menores -ICIF- interviene como entidad colaboradora, busca a familias que deseen llevar a cabo acogimientos temporales de bebés y niños hasta los siete años con carácter de urgencia. El fin principal es conseguir que el menor en desamparo, sobre el que hay que intervenir de forma inmediata, pase el mínimo tiempo posible en una institución de acogida.
Aldaima dispone actualmente de 16 familias -el objetivo es que en poco tiempo ascienda a 20- dispuestas a acoger a estos menores y proporcionarles el ambiente que necesitan para crecer. «Hay que ayudar y Dios quiera que cada vez haya más familias», desea Mª Carmen.
Sin embargo no todos pueden acceder a este programa. Aldaima lleva a cabo un proceso de selección en el que se tiene en cuenta la disponibilidad de horario, que puedan acoger como mínimo a dos menores o que sean capaces de cubrir ciertas necesidades especiales -por ejemplo en temas de salud-, además de estar preparados y dispuestos a asumirlos. Además los padres reciben cursos formativos que ayudan a decidir si la familia finalmente es idónea o no. En ocasiones hay padres que tras estas sesiones creen que no están preparados para asumir el papel.
Remunerado
Otra de las características de este acogimiento es que se garantiza remuneración económica a las familias que quieran participar -760 Euros si es un niño, 900 si son dos-. «Nunca se trata de un sueldo, simplemente es un dinero que reconoce la dedicación y disponibilidad de las familias», explica Pilar Jiménez, coordinadora del programa.
Generalmente los padres que pierden la patria potestad de sus hijos tiene problemas económicos, de crisis de pareja, adicciones... Durante el tiempo de acogimiento se valora la situación de la familia biológica de los menores, para determinar si reúne las condiciones necesarias para que los niños retornen con ellos.
Además del programa acogida familiar de urgencia, Aldaima cuenta con: acogimiento en familia extensa, en familia ajena y acogimiento profesionalizado.
Desde que el programa se puso en marcha, 28 niños se han beneficiado de él por un período de seis a nueve meses.
Mª Carmen lleva ahora cinco meses sin recibir a ningún niño en casa y ya lo echa de menos. Y es que una sonrisa, un abrazo, una caricia..., son pequeños detalles que no se pagan ni con todo el oro del mundo. Anímate, seguro que en tu hogar hay sitio para uno más.