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jueves

"Los tentáculos de la crisis están haciendo mella en el desarrollo de las medidas de protección"

Familias con niños acogidos sufren los recortes de la Junta

El Defensor del Pueblo Andaluz advierte que los poderes públicos están obligados, aun en tiempos de crisis, a prestar una protección especial a la infancia y la adolescencia

 

Una abuela tiene a sus dos nietos en acogimiento familiar desde que nacieron y se lamenta de que desde hace unos meses no se le abona la compensación económica, a pesar de tener una situación económica muy precaria. "Desde enero de este año, por asuntos burocráticos, no obtenemos las mensualidades de los menores. Están enfermos los dos. Señor, hágase una idea de mi situación, cobro una pensión de viudedad de 485 euros".

Unos padres con tres hijos acogen a dos sobrinos, de 6 y 3 años, para que éstos no vayan a un centro de protección. Se quejan de que la Administración, tutora de los menores, no les concede una ayuda para evitar que la economía familiar se vaya a pique. La Junta alude a la crisis y los problemas presupuestarios de la Dirección General de Infancia y Familia.

Éstos son algunos de los testimonios que el Defensor del Pueblo Andaluz recoge en la memoria anual de 2011 que la institución dedica a los menores y que entregó ayer al presidente del Parlamento, Manuel Gracia.

En un capítulo especial sobre los efectos de la crisis en los menores, la oficina dirigida por José Chamizo lamenta que "los tentáculos de la crisis están haciendo mella en el desarrollo de las medidas de protección" de estos menores declarados en desamparo y tutelados por la Administración andaluza. En el mejor de los casos, estos niños pasan a estar con su familia extensa (abuelos, tíos,...), quienes "se lamentan de no estar recibiendo o cobrando con una excesiva demora las ayudas económicas destinadas a sufragar los gastos inherentes al cuidado de los menores a su cargo".

El Defensor del Menor recuerda que el acogimiento familiar permite un importante ahorro a las arcas públicas, ya que el mantenimiento y funcionamiento de los centros residenciales supone una inversión de unos 70 millones de euros al año, más la subvención a las entidades colaboradoras, de unos 3,5 millones. En esta colaboración también anota el Defensor recortes de la Junta, al modificarse o suprimirse algunos de los programas que desarrollaban estas entidades.

El Defensor añade en su informe otras de las deficiencias encontradas en la protección de menores, competencia que ahora ha recaído en la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta. Se trata de los jóvenes que al alcanzar la mayoría de edad abandonan el sistema de protección, "un colectivo especialmente vulnerable al que no parece que se le esté prestando la atención que requiere".

Estos jóvenes ex tutelados comparten los problemas de desempleo de su colectivo, pero se enfrentan además a otra dificultad añadida: la ausencia de apoyo familiar que les obliga a madurar y asumir responsabilidades antes que quienes disponen de una vida normalizada, lo que puede provocar que algunos caigan en la marginación.

Antes estas quejas, el Defensor del Pueblo Andaluz avisa de que en su papel de velar por los derechos de la infancia y adolescencia no se puede quedar impasible ante esta realidad y debe dar la voz de alarma cuando considera que los derechos de los menores de edad se pueden encontrar comprometidos por la coyuntura económica. Censura que los avances de años anteriores "no pueden ni deben verse afectados con los recortes en políticas dirigidas a este sector de población" y subraya que los poderes públicos están obligados, aun en tiempo de crisis, a prestar una protección especial a la infancia.

En el año 2009, anota el Defensor en el informe, alrededor de 6.000 menores disfrutaron de medidas de protección en Andalucía, de los que 3.600 estuvieron acogidos por familias (el 80%, 2.944 de los cuales por su familia extensa), y más de 2.700 estuvieron ingresados en centros residenciales.

Vía www.diariodesevilla.es

martes

El 26% de los menores viven por debajo del umbral de la pobreza

Más de dos millones de niños viven bajo el umbral de la pobreza en España

El último informe de Unicef alerta de que por primera vez los menores se sitúan como el colectivo más pobre



El 26 por ciento de los menores "2.200.000 niños" viven en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza, por lo que por primera vez se sitúan como el colectivo más pobre de España.

Así se desprende del último informe sobre la infancia El impacto de la crisis en los niños realizado por Unicef, que destaca que en dos años hay casi 205.000 niños más que viven en hogares cuyos ingresos son inferiores a 16.000 euros anuales para una unidad familiar de dos adultos y dos niños.

Subraya que el número de hogares con niños con todos los miembros adultos sin trabajo ha crecido un 120 por ciento entre 2007 y 2010, lo que según esta organización demuestra que el impacto de la crisis está siendo más fuerte en las familias con menores que en aquellos núcleos en los que no hay niños.

Además, los datos de Unicef España ponen de relieve que se ha intensificado la vulnerabilidad en aquellos hogares que ya padecían una situación de pobreza crónica -aquellos que llevan tres de los cuatro últimos años bajo el umbral de la pobreza-.

"La pobreza tiene rostro de niño", ha señalado la directora de Unicef España, Paloma Escudero, quien ha alertado, durante la presentación del informe, que los niños sufren la crisis especialmente en aquellos hogares que se han visto obligados a reducir sus gastos en productos de primera necesidad, como la alimentación, la atención médica o el material escolar.

Unicef reclama al Gobierno que ponga a los niños y a sus familias en el "núcleo de las decisiones políticas" para que pasen de ser "un colectivo invisible a un colectivo con futuro". "Hay más niños pobres y son más pobres", ha señalado la responsable de Unicef, quien ha explicado que la intensidad de la pobreza en España es muy alta.

España tiene el porcentaje de menores de 18 años que viven en hogares con pobreza alta (ingresos por debajo de unos 11.000 euros para cuatro miembros), más elevada de todos los países de la UE-15 y sólo lo superan Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27, señala el informe. Además, la pobreza de los niños se está haciendo cada vez más persistente. Así, indica que el crecimiento de la pobreza crónica en la infancia entre 2007 y 2010 ha sido del 53 por ciento.

En los dos últimos años los niños encabezan el grupo de edad que es más pobre, superando al de los mayores de 65 años, que han descendido los niveles de riesgo de pobreza.

Unicef lamenta la "debilidad de la protección del sistema público hacia los menores, que se ha visto acrecentada por la reducción de las ayudas y servicios públicos, especialmente a partir de 2010". Señala que en numerosas comunidades se han producido reducciones de las ayudas, sobre todo en aquellas "que habían tenido una apuesta más ambiciosa por las familias".

En este sentido, recuerda que en Catalunya se redujo en 2011 un 74,6 por ciento el presupuesto en ayudas a familias con niños, en Extremadura la ayuda por nacimiento de 6.600 euros hasta los 1.200 y en Cantabria se limitó la renta para percibir 100 euros mensuales durante los tres primeros años.

"Los costes de no actuar ahora, no sólo afectan a los niños y a las familias más vulnerables de forma inmediata, sino que comprometen el crecimiento y el bienestar de toda la sociedad a medio y largo plazo", ha advertido la directora de Unicef en España.

El informe también incluye el indicador que se utiliza en Europa para medir la pobreza y la exclusión social, AROPE, que eleva a un 29,8 por ciento de niños que estarían esa situación, lo que situaría a España en el puesto 20 de la UE-27.