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lunes

Los niños pagan los platos rotos de la crisis

En Granada, los servicios sociales municipales trabajan por paliar esta realidad

Unicef ha levantado la alarma al asegurar que más de dos millones de menores viven por debajo del umbral de la pobreza en España.


La voz de alarma ya ha saltado. La crisis no sólo está afectando a familias, trabajadores y en definitiva a gente adulta sino que los menores, nuestros niños, se están convirtiendo en víctimas secundarias de recortes, paro y pérdidas económicas a pesar de ser sus últimos responsables. Así lo alertó Unicef hace unas semanas con su estudio El impacto de la crisis en los niños, en el que decía que "la crisis económica está teniendo un enorme impacto sobre la infancia, a pesar de lo cual se trata de un tema que permanece prácticamente invisible en el discurso político, social o mediático". Es más, dice que un modelo de "crecimiento equitativo, que invierta en infancia, en educación y en salud, conlleva un crecimiento más sostenible y más prolongado en el tiempo", y la inversión en estos tres capítulos en España está más en el aire que nunca en estos momentos.

El estudio arroja el preocupante dato de que en España la cifra de pobreza infantil ha crecido un 10% en sólo dos años y ya son 2.200.000 los menores de 18 años que viven en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza. Son 205.000 niños más en esta situación en dos años (había unos dos millones en 2008). Del total, el 13% viven en hogares con un nivel de "pobreza alta".

En Andalucía el 24,6% de los niños de 0 a 17 años vive en riesgo de pobreza según el INE. En la provincia de Granada hay 174.593 menores de edad, por lo que si se extrapola el porcentaje se podría estar hablando de casi 42.000 menores granadinos en riesgo.

Según Unicef, la pobreza infantil estaba estabilizada durante años en el 24% de la población menor de edad pero de 2009 a 2010 subió al 26%. Además, concluye varias realidades también preocupantes: hay más niños pobres y además de ser más, también son más pobres. "Al haber bajado los ingresos medios de los hogares en España, se ha reducido el umbral de ingresos que se considera para medir el riesgo de pobreza. Por ejemplo, para una familia de dos adultos con dos niños este umbral ha pasado de 16.684 euros en 2009 a 15.820 en 2011". La intensidad de la pobreza es la cifra más alta de los países de la UE de los 15 y sólo está por debajo de Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27. Además, el impacto de la crisis ha sido más duro en los hogares con niños que en el resto de hogares.

Así, Unicef alerta de que "la pobreza ya tiene, definitivamente, cara de niño". En los hogares, al bajar los salarios y aumentar el paro y los impuestos, por ejemplo, hay familias que tienen que cambiar de domicilio a otro peor porque no pueden pagarlo, quitar a los niños del comedor escolar o de actividades extraescolares o deportivas, reducir la compra de necesidades como ropa o calzado y recurrir cada vez más a la ayuda de organizaciones sociales porque no sólo se incorporan nuevos hogares a la pobreza sino que los que ya había se agudizan. Además, la reducción de ayudas monetarias a las familias y a la infancia desaparecen o se restringen, por lo que se empeoran muchas situaciones.

Para todo esto, el Ayuntamiento de Granada, como Ciudad Amiga de la Infancia (la única de la provincia) de Unicef dispone de un amplio programa de intervención con menores con servicios y actividades que están cada vez más demandadas en estos tiempos de crisis y que buscan la protección de los menores. En la capital viven 40.270 menores de 18 años.
Según el concejal de Familia, Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades, Fernando Egea, el Ayuntamiento tiene como prioridad intervenir en problemáticas de riesgo y vulnerabilidad en la infancia, que la crisis está agudizando, y proporcionar a los menores la atención de sus necesidades básicas que les permitan acceder a los recursos normalizados y promover su integración social.

"La intervención con menores es muy transversal y trabajamos con los Servicios Sociales Comunitarios para detectar cualquier aspecto de riesgo social", explica Egea. En Granada hay 8 Centros de Servicios Sociales en los ocho distritos con psicólogos, trabajadores sociales, educadores y animadores.
Uno de los muchos programas de intervención municipal es la ayuda económica familiar, que se gestiona mediante cooperación entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada. Es una prestación complementaria de los Servicios Sociales Comunitarios, de carácter preventivo, que se concede a familias para atender las necesidades básicas de menores a su cargo cuando no tienen recursos suficientes. El objetivo es evitar su institucionalización y posibilitar su integración en el entorno familiar. Estas ayudas económicas se han duplicado en los últimos años para ayudar a "familias con problemas graves a que paguen su hipoteca, el alquiler o la manutención de los niños", explica el concejal. Para acceder a la ayuda económica hay que pasar un estudio exhaustivo por parte de los profesionales del área y no suele pasar los mil euros. No es una mensualidad fija -se da como mucho durante seis meses- sino que se otorga en función de las necesidades de cada familia "y con el compromiso de que van a colaborar y utilizar bien el recurso. Es un empujón para muchas familias que puntualmente necesitan una ayuda".

Pero no es sólo la ayuda económica sino que las familias que lo solicitan reciben atención integral sobre su situación y los recursos a los que pueden tener derecho. "A muchos se ayuda a gestionar el paro, el salario social o la ayuda por hijo a su cargo". Según Egea, no hay un perfil tipo de familia ya que con la crisis está aumentando las familias de clase media que ya tienen que pedir ayuda aunque sí reconoció que muchas son monoparentales.
"En estos casos también se les envía a programas de empleo para que puedan contar con una salida profesional", matiza el concejal.
Durante 2011 se destinaron más de 200.000 euros a ayudas económicas familiares que repercutieron en la atención de 768 menores en situación de riesgo social. Se tramitaron en concepto de manutención, vivienda, escuelas infantiles, comedor escolar, apoyo, atención y cuidado de menores así como gastos sanitarios y escolares de los niños.

Con la crisis también aumenta la mendicidad. Aunque según el Ayuntamiento no se están detectando casos significativos, hay un protocolo para todos los menores de 0 a 16 años que practiquen actividades de mendicidad "mediante la petición de dinero o limosna de palabra u obra"; menores que practican mendicidad encubierta: venta de pañuelos, flores, limpieza de cristales, etcétera; y menores que practican mendicidad acompañados, que son retirados de inmediato del núcleo familiar.

Sobre los menores que intervienen los Servicios Sociales Comunitarios son aquellos que se encuentran en situación de riesgo por existir carencias en la atención de las necesidades básicas que los menores necesitan para su correcto desarrollo físico, psíquico y social y que no requieran su separación del medio familiar. Cuando detectan un riesgo, ponen en marcha un proyecto de intervención individual con distintos recursos.

Otra de las situaciones en las que se interviene es en el absentismo escolar y cuentan con dos comisiones municipales específicas en la zona Norte y en el Zaidín. En estos barrios se ha trabajado durante 2011 con 4.239 menores. En la zona Norte se ha conseguido reducir la tasa de absentismo del 17% en 2004-2005 al 4,5% en 2010-2011. Ese curso se intervino en Servicios Sociales con 137 familias en las que los menores presentaban un "absentismo grave".

El catálogo de recursos para los menores continúa con las intervenciones específicas de los Servicios Sociales Comunitarios en caso de menores con problemas de integración, conflictivos o adicciones (para lo que se cuenta con un centro de día de Aldeas Infantiles y otros proyectos de Aldaima, Albihar y Cruz Roja), hay un centro de Atención familiar a través de la Entidad Adultos Cartuja, talleres y proyectos socioeducativos (en los que han participado más de 5.700 menores de octubre de 2011 a mayo de 2012) y las actividades de periodos vacacionales para Navidad, Semana Santa y Verano. De hecho, las Escuelas de Verano están a punto de comenzar y asistirán unos 266 menores.
La prevención del consumo de drogas, el programa Rebélate y las actividades de igualdad y corresponsabilidad completan la oferta.

Vía granadahoy.com