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martes

ENCUENTRO FAMILIA EXTENSA 08

El pasado 18 de octubre de 2008 se ha celebrado el último Encuentro de Familia Extensa Acogedora, acto al que acudió la Delegada, Magdalena Sánchez y la Jefa del Servicio de Protección de Menores, Alicia Núñez.
La convocatoria ha tenido muy buena respuesta, ya que acudieron casi el doble de familias que el año pasado (104 personas). Hemos pasado el día compartiendo experiencias y actividades en un lugar muy agradable – Ermita Vieja. Dilar – y creo que lo hemos pasado muy bien tanto mayores como pequeños.

Este acto nos ha permitido contactar con nuevas familias (que aún no habían tenido relación con Aldaima) y también conocer las inquietudes e intereses actuales de las familias que integran este colectivo. Los temas más referidos han sido los siguientes:
- Muchas familias tienen necesidades económicas y algunas también de recursos laborales.
- Se ha mostrado interés por parte de los acogedores en relación a diferentes temas educativos.
- Se evidencia también preocupación por cómo interiorizan los menores su realidad familiar.
- Algunas familias expresan que Aldaima es aun poco conocida y que muchos de ellos han tardado en recibir información de este recurso de apoyo. Piensan que desde el SPM se debería informar al formalizar el acogimiento.
- También se sugiere que se organicen este tipo de actividades, los encuentros familiares, con mayor frecuencia.

Por su parte, el Equipo de Aldaima, valora la actitud de las familias como muy positiva y receptiva a los recursos ofrecidos hasta la fecha. Las familias que han participado en un “Plan de Apoyo y Acompañamiento” se muestran satisfechas y trasmiten al resto de participantes confianza hacia Aldaima.
A los menores los hemos visto muy bien, contentos y comunicativos entre ellos. Han asistido chicos de todas las edades, también adolescentes, a los que se ve muy “sanotes”.

Este Encuentro una vez más nos reafirma en nuestra confianza en la Familia Extensa como recurso para los Menores y nos refuerza en la actitud de que el trabajo con ellos merece la pena.

Concha Cuellar Hurtado
Presidenta y coordinadora del Programa de Apoyo a Familia Extensa.

lunes


El Premio su Mirada


CUANDO Aurora y Juan intentaban explicarle a su hija biológica que iba a tener un nuevo hermano, ella, muy dispuesta a sus ocho años, les interrumpió: «Os estáis haciendo un lío. Hay hermanos de la barriga y hermanos del corazón». Y punto. La pareja cree que su experiencia puede sonar idílica, «pero es real». Insisten en que son personas normales y que no hace falta ser nada especial. «Miramos a nuestro alrededor, nos dimos cuenta de la suerte que teníamos y de que podíamos compartir con otros nuestras vidas. Llegó el momento y estábamos dispuestos a complicarnos la vida, como cuando te quedas embarazado».

Todo surgió un día paseando por Juveándalus. «Vimos el 'stand' de Aldaima y ya no hubo marcha atrás». Admiten que el proceso administrativo «no es fascinante», pero que tuvieron la oportunidad de hacer cursillos formativos con todo tipo de gente: «diferentes edades, carreras, razones.. Que sí fue fascinante». Ahora, orgullosos, están convencidos de que «el mayor premio es su mirada».Nada es imposibleSon de esas familias que siempre tienen un humor excelente. Las bromas son constantes y la sonrisa impertérrita. María y Rafael, los padres, no podían tener hijos. «Éramos una familia de dos y queríamos crecer. Ella es lo más bonito del mundo». Llevan tres años con Jackie, una risueña estudiante de once años que asegura que sus padres son «muy buenos, cariñosos y graciosos». Jackie no había estado nunca escolarizada, «pero gracias a clases de apoyo está pudiendo con todo».Ante la pregunta, ¿por qué?, A María y Rafael les basta con buscar la mirada de su hija. Sonreir, una vez más, y decir al unísono: «La gente no sabe lo que se pierde. Es gratificante. Es para repetir. Es un orgullo».«Mi día, para María»Ella, dentro de muchísimos años, cuando lleve a sus espaldas una vida repleta de experiencias, es posible que no recuerde que hubo un tiempo en el que se llamaba María. «Así se llama, por ahora». Dulce y Rafael, jubilados, son sus padres de acogida desde hace cinco meses. El bebé no puede estar con sus padre biológicos por el momento y fue separada de ellos antes de que pudieran ponerle un nombre. Ésta es la segunda experiencia de acogida de la pareja. «Tuvimos una niña de tres meses durante un mes». Precisamente, esa separación es por la que mucha gente no se atreve a dar el paso. «Tienen miedo a la despedida. Es duro, muy duro. Pero por ella sufres lo que haga falta. Me harto de llorar -sigue Dulce-, pero aunque duela hay que hacerlo. Nos preparamos para eso, para poder afrontarlo. Además, mi dolor no importa, es el suyo el que hay que evitar. Nosotros ya hemos estado muy a gusto».Ellos cumplen a rajatabla una de las premisas que se les piden a las familias de acogida: al menos uno de los dos, el padre o la madre, deben poder dar dedicación completa al menor. En su caso no hay ningún problema, ya lo dicen Dulce: «Mi día, para María». Y Rafael: «Nada más con verla... Uno es feliz».Igualdad«Íbamos a por el niño y llegó la parejita». Así lo recuerda S. A., con plena sonrisa. «Era una necesidad, formar familia. Y mi pareja y yo, somos homosexuales, lo teníamos muy claro». S. A., como el resto de familias de acogida, tuvo que someterse a una serie de pruebas de idoneidad que Aldaima realiza a todos los candidatos. «Al final del proceso, si apruebas, es como si te dieran el título de padre... No es como un biológico, que si no puedes tú, ya podrá tu suegra o quién sea. Es tu compromiso».Llevan con sus hijos cinco años. «Sí, fue una sorpresa que nos mandaran a dos hermanos, pero la asociación no busca al niño adecuado para la familia, busca la familia adecuada para el niño». Desde entonces han dado a sus hijos «una vida acorde con expectativas: estudios reglados, cuidados, cariño... Y, por supuesto, también nos traen malas notas a veces. Lo normal».S. A., desde el principio, tenía muy claro que no quería que sus hijos olvidasen de donde venían, sus orígenes. «Ellos se acordaban de algunos sitios de su infancia y nosotros les llevamos allí, para que recuerden». Cree que se trata de asumir la propia historia, convivir con naturalidad y ayudarles a que se sientan seguros, «nunca usurpando ningún papel». «El objetivo -termina- es ser parte de su historia, no crearles una nueva».

Se buscan familias de acogida

La pequeña que fue abandonada se encuentra en el Hospital Materno Infantil perfectamente cuidada y ajena a lo ajetreados que están siendo sus primeros días de vida. Según relataron fuentes de Salud, pronto darán el alta a la niña y será entonces cuando la Junta, que tiene la tutela de la pequeña, la entregue en 'acogida simple' a una familia granadina. El acogimiento es la medida que la Administración considera más oportuna para la pequeña, en lugar del ingreso en un centro de acogida. En Granada, según informa la Delegación de Bienestar Social, hay en la actualidad 15 familias que prestan este solidario servicio de acogida. Pero buscan más porque, por desgracia, siempre hay menores que las necesitan, de ahí que estén lanzando campañas para pedir colaboración.
Abuelos jóvenes Las familiares que realizan estos acogimientos temporales saben muy bien que sólo prestan un servicio solidario y que el pequeño no se quedará con ellos definitivamente. «Aunque la Ley no establece un tiempo determinado para el acogimiento se intenta que no pasen más de seis meses para evitar el fuerte apego a los pequeños», explica Alicia Núñez, jefa de Servicio de la Delegación. El perfil de las familias de acogida son 'abuelos jóvenes' que tienen ya sus hijos mayorcitos, experiencia como padres y disponibilidad. Estas familias reciben una formación y son vigiladas por la institución ALDAIMA. La adopción definitiva es totalmente distinta y mucho más compleja. Si finalmente la pequeña que fue abandonada es entregada en adopción, su nueva familia adoptiva sería andaluza y saldría del registro único de Sevilla en el que más de 500 familias esperan para que la Junta les confíe la felicidad de un niño.

http://www.ideal.es/granada/prensa/20070621/local_granada/buscan-familias-acogida_20070621.html

Más de 400 niños buscan familias que los acojan


La literatura -el arte- se empeñó, desde el mismo nacimiento del mundo, en dar a la vida un papel protagonista. Incluso nosotros, muy políticos, ofrecemos al joven papá y a la joven mamá un económico pan bajo el brazo. La vida se abre paso y se gana nuestro respeto. Pero cada historia, cada familia, cada parto, tiene un único y original patrón. Irrepetible.

Decía Héctor Alterio que «buscar tu lugar en el mundo va más allá de la sangre». Acoger es un acto de enorme solidaridad. Somos así de curiosos: de la misma manera que odiamos, repudiamos y alejamos, de vez en cuando, compartimos, cedemos y sufrimos. Y, por suerte, en esas contradicciones encontramos modelos a seguir. En 1998 un menor fue acogido por una familia granadina. El primero. En el 2000, fueron seis. Al final del año pasado, 65. Casi lo mismo que en lo que va de 2008, 62.Este maravilloso crecimiento conlleva una triste realidad: aún quedan más de 400 niños -españoles y extranjeros- que esperan en los centros de menores granadinos la acogida de una familia. La ONU ha decidido que mañana sea el día internacional de las familias. Por ese motivo, la consejería de Bienestar Social decidió hacer ayer un reconocimiento a las familias que, de manera totalmente voluntaria, tienen un menor en casa, como un hijo más.MétodoLa Asociación Andaluza de Apoyo a la Infancia (Aldaima), es la encargada de regular las acogidas de niños en Granada. Su programa va dirigido a menores sobre los que hay que intervenir de forma inmediata y urgente para evitar su institucionalización en un centro de acogida.Hay dos formas: el acogimiento simple, en los que hay que apoyar a la familia biológica de los menores (enfermedades de los padres, una crisis familiar o internamientos en prisión, por ejemplo) durante un tiempo determinado. Y aquellos en los que la administración necesita tiempo para decidir medidas a largo plazo sobre los menores en protección (evaluación para un emplazamiento de larga duración cuando el menor es separado de su familia de origen por motivos de seguridad, situaciones de pre-adopción o preparación para otro tipo de acogimientos, etc.). Como novedad, se acaba de inaugurar un modelo urgente para recién nacidos (com el bebé que fue abandonado en la Avenida de Constitución) que necesitan un hogar lo antes posible.

Familia acogedora

GRANADA
«Con 21 años me quedé con el niño de mi hermano y ahora es un hijo más»
Más de un centenar de padres con problemas mentales, droga o cárcel deja a 150 vástagos en manos de otro familiar que los 'adoptan' bajo tutela de la Junta
Rubén no conoce a su madre biológica y el padre continúa en la cárcel cumpliendo una condena de cuatro años. Rubén es un tío muy sano de seis años, que sueña con supermán y se pierde cada día jugando con los coches que guarda en su habitación. Es un niño más, con sus virtudes y sus defectos, con una mente llena de sueños y con una imaginación sin límites. Para él, papá y mamá no son quienes abandonaron el barco hace tiempo sino Rosario y Alejandro, la hermana del padre biológico y su pareja. Ciento cincuenta niños granadinos han sido acogidos por familiares de sus padres biológicos, después de que la Junta les retirara la custodia tras detectar su incapacidad para criarlos.«Con 21 años me tuve que quedar con el niño de mi hermano y te aseguro que para mí es un hijo más». Rosario Ruiz, la madre, es un todo un monumento a esas personas que hacen posible lo imposible. Hoy tiene 27 años y cría a dos hijos naturales suyos, a otros dos de su pareja y a Rubén. «Aunque Rubén es muy especial», asegura.Los problemas mentales, la droga o la cárcel se esconden detrás de la mayoría de las familias a quienes la Junta retira la custodia por incapacidad para criar a estos niños. La asociación Aldaima, responsable de la mediación entre la Junta y las familias acogedoras, organizó ayer un encuentro en Dílar para escuchar las demandas de estas familias y trasladarles todo el apoyo que necesitan. La delegada de la Consejería de Bienestar Social, Magdalena Sánchez, no faltó al acto. «Este programa de acogimiento funciona bien porque logramos que estos niños no se separan del núcleo familiar, cuando hay buenas condiciones para que permanezcan», apunta Concha Cuellas, presidenta de Aldaima. Estos hijos de la mala suerte han hallado en sus abuelos, en sus tíos e incluso en sus primos a sus otros padres. Eso sí, en el encuentro celebrado ayer las personas mayores se repartían por igual con los más jóvenes. La vida nunca sabe qué puede deparar. «Yo estoy con Rubén desde que nació. Es un chaval muy cariñoso, el más cariñoso. Y lo único que me genera problemas es el día en que el padre al que suelo ver, pueda pedir la custodia del niño, sin saber que las cosas han cambiado». Rubén tuvo tiempo ayer para presumir con sus otros cuatro hermanos de que aún conservaba sus dientes de leche. Pedro, Jaime, Raúl o Ana corretearon ayer bajo los castaños de la ermita de Dílar en un día muy especial que pudieron disfrutar todos esos niños granadinos que por el azar de la vida crecen en un hogar distinto al que les corresponde. Pero, en el mejor hogar de todos los posibles.
http://www.ideal.es/granada/20081019/granada/anos-quede-nino-hermano-20081019.html