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viernes

El niño de El Royo cumple 13 años, Los Servicios Sociales de Castilla y León se ven obligados a localizar a los padres


El niño de El Royo cumple 13 años en un centro de menores


Los Servicios Sociales de Castilla y León se ven obligados a localizar a los padres por el Boletín Oficial


En enero cumplió 13 años y no sería noticia si no fuera el niño de El Royo y lo hubiera hecho en un centro de acogida de Salamanca. Desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ni confirman ni desmienten la situación y el lugar de residencia de Diego L. B., porque deben «proteger el derecho a la intimidad y la privacidad del menor», pero fuentes conocedoras del caso señalan que el adolescente reside en un centro público, en el que en la última etapa había tenido un régimen de visitas familiares y de salidas bastante amplio. En diciembre pasado, la comisión de valoración se reunió para abordar cambios en las medidas de protección del menor, resolución que la Junta se ha visto obligada a notificar a los padres, Luis Eusebio y Margarita, a través del Boletín Oficial de Castilla y León, a finales de enero. Es el procedimiento que se sigue cuando los responsables públicos no localizan a los afectados.

La vida de Diego ha estado marcada por la enfermedad de sus padres, las decisiones judiciales y un amplio expediente en el servicio de protección de menores de la Junta. Fue entregado en régimen de preadopción, con cinco meses de edad, a un matrimonio de la localidad soriana de El Royo, que tuvo que devolvérselo de forma traumática a la Junta cuando el pequeño no había cumplido los dos años, por orden judicial. Un juez salmantino dio la razón a la madre biológica y estableció que el niño residiera en Salamanca para que mantuviera contacto con sus progenitores biológicos. El padre padece esquizofrenia (ha estado ingresado en prisión y en un centro psiquiátrico por incendiar la vivienda familiar) y la madre un trastorno bipolar que provoca la alternancia radical de periodos de euforia exagerada con otros de fuerte depresión.

Desde entonces, Diego vivió con unos meses con una tía materna, que desistió de cuidarlo por las «amenazas» de Margarita, la madre biológica y ha ingresado al menos cuatro veces en un centro de menores por constatarse situaciones de desatención. Los episodios más llamativos tuvieron lugar en 2003, cuando fueron detectados en el metro de Madrid –previsiblemente pidiendo limosna, aunque la madre negó entonces este extremo– en situación de «desamparo», y en 2007. Margarita y Diego residían por aquel tiempo en una casa de Ciudad Rodrigo con problemas en el suministro de agua corriente y con reiteradas faltas de asistencia a clase del pequeño, que obligaban a los agentes de la Guardia Civil a ir a buscar al niño a casa para llevarlo al colegio.

jueves

Las adopciones caen un 40%

Las adopciones internacionales caen un 40% por la crisis

A Granada solo llegaron 37 niños extranjeros en 2011, aunque fue la segunda provincia andaluza en iniciar trámites de este tipo después de Sevilla

La crisis y las trabas administrativas explican una nueva realidad: la bajada de adopciones internacionales, según coinciden los expertos de la delegación de Igualdad y Bienestar Social en Granada. Frente a esto, las nacionales -que no implican coste económico alguno aunque se dilatan más en el tiempo- mantienen mejor sus cifras.
El fenómeno de los hijos adoptivos de los años 90 es pasado, puro y duro. En 2011, según la Consejería del ramo, los registros de adopción internacional en Andalucía descendieron a los mínimos de la última década. Las familias de esta autonomía prohijaron el año pasado a 375 menores, un 22% menos que los 481 de 2010. Para establecer una comparativa en el tiempo, en 2004 fueron 811 niños los que encontraron una familia en la comunidad .
En Granada los datos son aún más llamativos. Las solicitudes de idoneidad formuladas el año 2010 en la provincia fueron 70 para el ámbito internacional y 82 para el territorio nacional. Frente a esas cifras, en 2011 se formularon solo 48 internacionales y 75 nacionales. El balance arroja un descenso del 31,5% de las solicitudes para recibir a un niño de fuera de nuestras fronteras.

Dilaciones en los expedientes

«Eso -muy probablemente- sea motivado por una parte por la crisis económica (dado que la tramitación de adopción internacional conlleva gastos importantes, con viajes incluidos al país de origen); y también porque algunos estados han puesto más impedimentos y dilaciones en el procedimiento en los últimos años», ilustra José Puerta Alarcón, Jefe del Servicio de Protección de Menores de Granada.
No solo los granadinos interesados en esta opción de paternidad fueron menos, ya que igualmente descendió la cantidad de menores extranjeros que terminaron gozando de un hogar. El año pasado bajó un 39,5% el número de niños forasteros que se integraron en una familia en la provincia; en concreto, pasaron de ser 61 -en 2010- a 37. Por contra, se completaron más procesos nacionales: frente a 23 adopciones hace dos años, se realizaron 27 el año pasado.
El desembolso que implican las gestiones entre países alcanza entre los 6.000 y 18.000 euros, en función del lugar de origen; lo que supone un requisito imposible para los maltrechos bolsillos de la clase media española.

Esto también podría explicar, según adelanta Aldaima, la asociación granadina encargada del acogimiento familiar de menores, que el número de trámites (son gratuitos) que ellos han realizado a lo largo de 2011 -aún están haciendo balance- no van a ser menos que el año anterior. El acogimiento, frente a la adopción definitiva, es la convivencia e integración en una familia acogedora de un niño con residencia en Andalucía que debe ser separado temporalmente de sus progenitores, evitando su estancia en una institución.

Países africanos

Otra novedad es que los andaluces ya no recurren con tanta frecuencia a los países que tradicionalmente han sido los originarios de la adopción internacional, como China y Rusia. Irrumpen con fuerza los estados africanos. Aún así, desde China llegaron a Andalucía en 2011 el mayor número de menores adoptados por delante de Rusia, Etiopía, Colombia, Kazajstán y Ucrania. Los destinos a los que acuden ahora los que optan por este modelo de paternidad son Colombia (46 expedientes), Malí (33), Etiopía (20) o Filipinas (14).

Por provincias, Sevilla fue con 59 la que más expedientes inició en el año pasado. Le siguieron Granada, con 53 procesos abiertos y Córdoba con 41, Málaga con 40, Cádiz con 36, Jaén y Almería con 13 y, finalmente, Huelva con diez trámites internacionales. Pese a que Granada experimentó un incremento del 136 por ciento de las solicitudes en el primer semestre del año, finalmente, a la luz de los datos ofrecidos por la delegación provincial, mermaron tanto los menores llegados como los individuos que solicitaron la idoneidad.

El descenso, confirman los expertos, es generalizado en España. La tramitación de las adopciones internacionales las realiza la Junta de Andalucía a través de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social y sus delegaciones provinciales; o mediante organizaciones no gubernamentales acreditadas como Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI). El proceso está regulado a través de convenios internacionales que velan por el interés de estos menores nacidos en países con circunstancias sociales, políticas o económicas adversas.
Vía ideal.es

miércoles

Por un millón de pasos

Unos 400 menores granadinos con medidas judiciales participan en el programa "Por un millón de pasos"

Promovido por la Junta de Andalucía

Unos 400 menores infractores con medidas judiciales de la provincia de Granada van a participar en el programa ‘Por un millón de pasos’ de la Consejería de Salud después de que se hayan adherido al mismo los centros de día de menores de Granada y Motril, el centro de San Miguel y los pisos de convivencia.

Este programa tiene el objetivo de divulgar entre la ciudadanía los beneficios del paseo como ejercicio físico y fomentar las relaciones sociales al llevar a cabo esta actividad en grupos organizados, actuando así en la prevención de los efectos de patologías como la obesidad, la diabetes tipo 2 o de tipo cardiovasculares, según informa en un comunicado el Gobierno andaluz.

La firma de adhesión ha tenido lugar este martes por parte de la delegada del Gobierno andaluz en Granada, María José Sánchez, y el delegado provincial de Salud, Higinio Almagro, en la visita al Centro de Día de Menores de Granada.

Sánchez Rubio ha destacado la importante labor socioeducativa de prevención y reinserción que realiza este centro, el cual lleva funcionando desde hace diez años y se ha convertido en un instrumento eficaz para la atención a los menores infractores dado los buenos resultados que se registran.

Del mismo modo, ha señalado que este programa de educación para la salud “se suma a otras tantas actividades que se desarrollan en el centro por psicólogos, maestros y asistentes sociales y cuyos resultados vienen a reflejar un cambio de actitud y comportamiento de los menores tanto dentro de este recurso como en su entorno familiar o de acogida”.

Por su parte, el delegado de Salud de la Junta en Granada ha explicado que con este convenio se pretende avanzar al aplicar a otros colectivos como los jóvenes esta iniciativa, que hasta el momento se está extendiendo entre el colectivo de mayores. Este programa incluye además consejos para alcanzar hábitos de vida saludable en alimentación, sexualidad, primeros auxilios o la accesibilidad a los servicios sanitarios. También se les facilita información que les permita adquirir habilidades en temas como la prevención de la violencia de género, convivencia y relaciones afectivas, entre otras.

El Centro de Día de Menores está gestionado por la Asociación Imeris con seis profesionales, a través de un convenio con la Consejería de Gobernación y Justicia, y en la que el menor con medidas judiciales es apoyado en actividades educativas compensatorias como preparación para la obtención del graduado en ESO, expulsiones temporales, apoyo escolar, talleres de habilidades sociales, desarrollo personal como prevención de consumo de drogas o educación sexual, o capacitación sociolaboral, además de fomentar actividades de ocio y tiempo libre y el programa de Punto Forma Joven para llevar hábitos de vida saludables.

Vía GranadaDigital.com

lunes

SOS BANCO DE ALIMENTOS

AVISO URGENTE: EL BANCO DE ALIMENTOS BUSCA COMIDA

«Hemos estado dos semanas sin poder repartir leche porque no teníamos», explica el presidente Antonio López Barajas


Un Banco de Alimentos en busca de alimento. Esta paradoja es ya una realidad en Granada, donde cada vez son más las entidades sin ánimo de lucro que acuden cada semana a Mercagranada en busca de fruta, verdura o lácteos y cada vez son menos los palés que se acumulan en su nave. El nuevo año no ha comenzado bien para el Banco de Alimentos de Granada. La comida no falta, pero escasea. Su presidente, Antonio López-Barajas, define la situación como «preocupante, pero no alarmante, todavía». «Tenemos demanda y capacidad para repartir bastante más kilos de comida de lo que tenemos, pero hasta ahora nadie se ha ido de aquí sin alimentos», asegura.
En 2011 el Banco de Alimentos de Granada repartió 4.400.000 kilos de comida, un millón más que el año anterior. De esta cifra, dos millones de kilos de alimentos llegaron de la Unión Europea a través del Fondo de Garantía Agraria. Los 2.400.000 kilos restantes se recibieron, en su mayoría, de empresas y cooperativas agrícolas de la provincia granadina.
Con estos datos sobre la mesa, López-Barajas calcula que la actividad de la fundación ha crecido un 20% en el último año. Esta cifra, que para cualquier empresa sería sinónimo de ganancias, esconde una triste realidad en el caso del Banco de Alimentos: el número de necesitados aumenta. Si en 2009, eran 206 las entidades sin ánimo de lucro beneficiadas de sus servicios, a día de hoy son ya 221 organizaciones, que atienden a su vez a cerca de 20.000 personas. «Lo que sería deseable es que no hubiera demanda de alimentos, pero desgraciadamente no es así», comenta Antonio. Y mientras estos números sigan creciendo, también lo tendrá que hacer la comida recolectada por el Banco de Alimentos de Granada. Pero de momento, las cosas no pintan demasiado bien.
Antonio lleva desde 2011 como voluntario y año y medio como presidente del Banco de Alimentos de Granada. Reconoce que los meses de enero y febrero son históricamente «los más duros» porque la producción de invernaderos y plantaciones agrícolas -principales suministradores de alimentos- baja. Aún así, este año se avecina más complicado de lo habitual. «Hemos estado dos semanas sin poder repartir leche porque no teníamos», explica el presidente. Pero esto es solo un ejemplo.

 

Salas vacías


Miércoles por la mañana. A la entrada de la nave situada en Mercagranada hay una veintena de cajas de tomates, otras dos grandes cajas con coles y patatas, y otras tantas de manzanas y peras. Apenas ocupan el 20% de la superficie. La cámara de frío, donde se guardan los lácteos y demás productos perecederos, está al 30% de su capacidad aproximadamente. El lugar destinado al almacenamiento de los productos no perecederos como legumbres o pasta está a la mitad. La sala de congelados está vacía.
«Alimentos sí que tenemos, pero andamos escasos. No nos vendría mal tener un poco más para poder repartir a más personas que lo necesitan. No tenemos seguridad de qué alimentos van a entrar, aunque lo que normalmente siempre hay es fruta. La variedad tampoco es la de antes, pero es lo que hay», indica resignado Antonio.
La base de cualquier Banco de Alimentos son los excedentes de producción. Con la crisis, se vende menos; si se vende menos, se produce menos y si se produce menos, también hay menos excedentes. Se trata de un círculo vicioso que repercute directamente en la cantidad de mercancía que llega al Banco de Alimentos de Granada. Para mantener su ritmo de actividad, no tienen reparo en tocar las puertas de cooperativas agrícolas de otras provincias y desplazarse a donde haga falta para recoger unas cajas de comida.
De momento parece que los destinatarios directos de estos alimentos no han notado cambios sustanciales en sus cestas, aunque aún es pronto para hacer valoraciones ya que son muchos los que todavía no han comenzado con los repartos del nuevo año.
Desde Cruz Roja aseguran que no les ha llegado menos cantidad de comida, es más, «cada año ha ido a más». Ahora están a la espera de comenzar un nuevo reparto pero, según explican, no tienen noticias de que vayan a disponer de menos kilos que el pasado año. Quien tampoco ha notado incidencia alguna es la parroquia San Juan de Letrán de la capital granadina. «Recibimos alimentos cuatro veces al año. Ahora estamos a la espera de que nos llamen para ir a recoger, pero siempre nos han repartido comida y de momento todo entra dentro de la normalidad», explican los responsables.
Actualmente, 115 voluntarios colaboran en las diferentes tareas del Banco de Alimentos granadino, pero de poco sirve su trabajo si no hay suficiente materia prima. Por eso, lanzan un llamamiento a la sociedad granadina para que aporte su granito de arena o, mejor dicho, su kilo de comida a su causa.

Vía ideal.es